Ir al contenido principal

Análisis crítico del discurso de la crítica del arte como un sistema analítico

A
-->

Nuestro análisis crítico del discurso como un sistema analítico incorpora en su seno, el Sistema del Arte, el cual se compone de tres componentes básicos que se mencionaron anteriormente y que han modificado su función primaria. Estos componentes actúan, a su vez, en los escenarios de la producción, circulación y consumo.[1] Ambos sistemas se hibridizan como sigue:
Acción: En este apartado obtendremos información de las Relaciones entre los elementos y las intencionalidades de discursivas en el proceso de producción de la obra de arte contemporánea  y el papel del artista (premoderno-moderno-posmoderno) con su propuesta como actor principal dentro del sistema del arte.
Poder: Constituyen los intermediarios del arte que encontramos en el texto analizado (Periodismo cultural, crítica, museos, galerías, marchantes, el Estado) a través de las instituciones que establecen el control de las dimensiones simbólicas sobre los valores de la obra de arte y el artista, condicionando, de cierta forma los procesos de recepción y consumo de la arte.
Contexto: Es el lugar donde ocurre la discursividad. Podemos distinguir un contexto[2] extraestético el cual correspondería a las factores y coyunturas que determinan la producción de la obra de arte y la construcción de texto que habla sobre ella y el artista. Podría mencionarse los alcances de la Cultura visual(diseño, cultura comercial y los mass media a través de la industria cultural). El otro subcontexto es el estético correspondiente a las tendencias estilísticas del arte desarrolladas en los contextos históricos locales (Historia del arte costarricense) en los centros de control estético latinoamericanos, norteamericano y europeo. Además,  las negociaciones simbólicas con los referentes de las periferias locales y nacionales. En el contexto ubica la historias de las formas, las técnicas y lo pertinente con las escuelas estéticas influidas en la mayoría de los casos por esos intermediarios simbólicos representados por el poder.
Ideología: Se vinculan con los principios de la Vanguardia y las teorías de la posmodernidad implícitos en el contenido del texto de la crítica como una manifestación enunciativa, y por ende, discursiva de la columna periodística o la noticia cultural. Es la fundación axiomática de la cognición social y  representa el conjunto de intereses variados de los grupos sociales[3] dominantes, en la mayoría de los  casos, como son su identidad, sus tareas, objetivos, valores, posición y recursos sociales. En este sentido, las ideologías son un conjunto de esquemas de los que dispone un grupo y que tratan de sí mismo y de su posicionamiento en la estructura social. El texto como resultado de esa expresión material del grupo o élites se vincula al periodismo cultural por estar inscrito en una institucionalidad que apoya los postulados de la vanguardia[4] como el arte de hoy. La institucionalidad marcaría, en este sentido, la impronta del texto valorativo.[5]
¿Cuál fue el criterio de selección del A.C.D? Inicialmente, este marco de análisis fue desarrollado para estudiar los discursos ideológicos del periodismo holandés cargados de racismo y xenofobia, principalmente, los cuales están velados y escondidos. Este análisis se acompaña de otros referentes importantes para nuestra investigación y que le da sentido al uso del A.C.D, como son el conocido sistema del arte, cuyos componentes validan también situaciones de poder y aspectos ideológicos. También, se plantean las especificaciones generales para el análisis del discurso de la crítica periodística y su relación con el hecho noticioso que informa la actividad expositiva, de presentación pública de obras singulares, colectivas y sus repercusiones en el ámbito local, que vienen a solicitar un principio de ordenamiento por el que un público lector pueda situarse ante las Artes Visuales sin quedar a la deriva de lo acontecido.
El criterio de selección de los diez textos analizados se basa en el contexto  que manifiestan a través de sus autores y que explica el ambiente de experimentación vivida por algunos grupos de artista plásticos quienes introducen las técnicas de operativas del arte posmoderno y conceptual, apoyados por el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo y sus exposiciones de arte contemporáneo provenientes de los Centros, algunos coleccionistas y, por su puesto, algunas galerías comerciales que tienen contactos con las Ferias de Arte, las Bienales Internacionales (La Habana) y el apogeo de las Bienales de Lachner y Sáenz como réplica local. La crítica va a ser parte de ese engranaje del novel sistema y, por su puesto, el papel del crítico va a tener un función definitoria en la valoración y la jerarquización de la obra de arte contemporáneo. Así, surge la figura del crítico periodístico[6] a partir de la persona de Klaus Steinmetz quién apoyará los principios de la nueva vanguardia basado en la premisa de que lo nuevo es una reforma progresiva de prácticas del pasado.  Además de sus críticas, analizaremos dos artículos de Carlos Barboza y de Guido Sáenz, uno de opinión sobre el arte contemporáneo y el siguiente como respuesta al crítico de la Nación. Todos los artículos van del noventa al noventa y tres. Los criterios de selección se determinan en función del nivel de significación social de la publicación y su alcance para entender el contexto artístico a través de la referencialidad de cada texto.  En este sentido, se abordarán textos críticos sobre las bienales de artes plásticas, premiaciones y exposiciones antológicas de galerías que explican el ambiente,  hitos teóricos, rumbos ideológicos y prácticos en el arte contemporáneo local. En este comentario se debe analizar si el discurso de los textos produce una establecida ideología o posturas con respecto a esas prácticas, sino la búsqueda del método no tiene sentido.  Por último se desarrollan algunas conclusiones que sintetizan estos estudios, entre las que se destaca el alcance del método propuesto y las limitaciones de la investigación. Al final se proporciona la bibliografía y material consultado.
En cuanto a escritos tenemos la crítica de la Nación durante ese lapso y se registran por separado de los restantes que integran la bibliografía, para facilitar su consulta. Sobre estos textos se debe aclarar que las notas y críticas periodísticas,  incluyen aquellas que dieron un aporte significativo a esta investigación.
Para justificar la investigación, nos preguntamos ¿ Por qué un análisis discursivo que obtiene información de la imagen, el espacio, el objeto y sus prácticas como área de estudio?  En las investigaciones sobre el texto crítico se puede reconocer la importancia de los estudios historiográficos que abarcan aspectos multidisciplinarios así como aproximaciones de Estética o Teoría del Arte. Una clasificación, valoración y análisis de los discursos escritos de las artes visuales en Costa Rica en la década de los noventa a partir de un estudio comparativo del texto crítico permitirá descubrir patrones de análisis.
Los estudios historiográficos como historia de los artistas; como ciencia de las fuentes y los documentos; como narración de los hechos históricos e historia de los estilos y de las formas, como representación de las ideas y las imágenes; como sociología del arte y expresión de la lucha de clases han privilegiado un examen sobre la crítica del arte[7]. Sin descartar las contribuciones de estos estudios es preciso señalar que dan prioridad a una parcialidad del texto crítico como un abordaje del lenguaje, lo cual estimula a buscar una opción de acercamiento en relación con el sentido que el explica la cultura Visual portadora de cambios en los textos. En este sentido, hoy el modo de ver predominantemente es visual, para concluir que en la medida del debate sobre los efectos de los textos de la sociedad de masas en la alta cultura implica vislumbrar una serie de pautas que han determinado las prácticas novedosas de las comunidades artísticas y en sus instituciones.  Según John MacHale en su libro The Fine Arts in the Mass Media[8]el arte y su construcción teórica es un sector parcial de la nueva imagen visual, ya que los valores  simbólicos de los nuevos íconos pueden ser transferidos en diferentes formas, materiales, escalas de medida y tiempo. La posición más clara parece ser la de que a las Bellas Artes como institución ya no se les puede conceder el principal papel en transmitir los mitos o definir el borde de innovación en la sociedad. Las Artes, afirma MacHale, como eran concebidas tradicionalmente, ya no son una forma canónica de comunicación. Las élites que las canonizan y las audiencias son un sector en una red de capillitas[9]. Asimismo aduce éste autor, que el futuro del Arte no parece encontrarse más en la creación de obras maestras duraderas, sino en definir estrategias culturales alternativas, a través de series de gestos comunicativos en formas multimedia.  Ante todo a medida que se intensifica la proliferación de las nuevas imágenes visuales, el arte, considerado hasta entonces la plasmación por autonomasia de la visualidad, pierde su exclusividad y pasa a ser un sector parcial de la cultura óptica. La comunicación visual es más amplia que la imagen artística , por lo que no toda comunicación visual es artística. El texto de la crítica al existir como distribuidor del arte también va a modificar su naturaleza para convertirse en el conglomerado de otros textos de distintas índoles dentro del espacio periodístico.   Se parte de la premisa general de que el texto de la crítica de las artes visuales en Costa Rica constituye un ámbito donde confluyen múltiples sistemas teóricos cuya interrelación deviene en el estudio de la  producción de significación cultural haciendo de éste un productor de sentido y un legitimador de posturas ideológicas cuyas validaciones surgen de los procesos de innovación utópicos propios del pensamiento de la Modernidad[10] que niega el pasado estilístico dentro de un panorama de intenciones y acciones bien delimitado, el cual la faculta para la asunción de un determinado rol de control a través del lenguaje.  Llegaremos a esta premisa dentro del marco del discurso mediático y del pensamiento social como elementos constitutivos de la reproducción del poder y de las ideologías que como el arte institucionalizado establecen mecanismos de control[11].
Esta deducción permite abordar el texto crítico desde el espacio de la interacción social en los medios masivos, superando los usuales enfoques que se han elaborado de aquella. El logro de tal fin determina la conceptualización de la crítica periodística dentro del marco especifico de la teoría del discurso y el desarrollo de un orden para el estudio de los textos de la crítica costarricense, dos aspectos cardinales de esta investigación.
En cuanto al peso de la investigación, la expectativa no es acabar el tema, sobre todo teniendo en cuenta que el análisis de los discursos representa, en este momento, un pensamiento poco explorado en relación con el texto de la crítica periodística en el país, ya que esta se refiere, en la mayoría de los  casos, sobre las manifestaciones más contestatarias del medio  y apoya las actitudes experimentales de las artes visuales producidas en la Periferia producidas para los Centros­­­­. En fin, partimos de la premisa sobre la teoría del discurso como una herramienta de análisis de semántico[12] que hace posible la consecución de un método para el estudio discursivo como un punto de vista en el examen del texto de la crítica de las artes visuales, entendida ésta como texto cultural de dominación y legitimación.
Esta investigación pretende ayudar al área teórica de la disciplina y estimular futuras búsquedas sobre el tema aplicadas no sólo al texto crítico sino a todos los textos[13]; pues como bien lo manifiesta Teun A. Van Dijk refiriéndose a las formas discursivas  pero ajustables a toda práctica cultural:
Por supuesto, podemos simplemente seguir  el sentido común y conjeturar que el discurso es una forma de acción e interacción y, por lo tanto, declarar que el discurso es social…los vínculos entre el discurso y la sociedad son mucho más complejos y requieren un análisis teórico por derecho propio”.[14]



[1] Juan Acha y Nestor García Canclini han utilizado este modelo importado de la teoría ecónomica, la cual hace valor en  la obra de arte y su vinculación con las industrias culturales y sus procesos de consumo.
[2] Intuitivamente el contexto parece implicar algún tipo de entorno o circunstancias para un suceso, acción o discurso. Algo que necesitamos saber para comprender en forma apropiada el suceso, la acción o el discurso. Algo que funciona como transfondo, marco, ambiente, condiciones o consecuencias. Van Dijk, Teun. El discurso como interacción social.Pag 32.
[3]  Grupo de artistas que tienen acceso a las estructuras de poder institucional y a través de ellas convalidan posiciones ideológicas y posturas estéticas.
[4] La modernidad también está sujeta a rupturas y fragmentaciones internas. La vanguardia como ideología apunta que la vanguardia ha desempeñado en general un papel importante en el avance de la modernidad, al interrumpir cualquier sentido de continuidad con sus rupturas, recuperaciones y represiones. Ver Peter Burger, Teoría de las Vanguardias.
[5] Ibidem.
[6]  La diferencia entre la crítica periodística y de otra índole es por los contenidos de los textos, cuyo sentido nace de su propia complejidad teórica y tipo de lector meta.
[7]  José, Fernández Arenas. Teoría y metodología de la historia del arte. 2da Edición 1990.Antropos Barcelona.pág 41-132.
[8] En Estudios Visuales. Editorial Akal-Arco. 2005. Madrid. España. Pags.82-87.
[9] Son los miembros más poderosos de cada sociedad los que determinaron los fines a los que debían servir las artes y crearon las instituciones adecuadas para llevar a cabo estas tareas. Fueron éstas las que determinaron que recursos podían destinarse a la producción de obras de arte y a las representaciones artísticas.  Arthur D. Efland. Una historia de la educación el arte. Piadós: 2002
[10] El término moderno significa <perteneciente a, o característica de un período reciente o actual. Se ha empleado para identificar el auge de un nuevo estilo en las artes: un estilo que repudiaba todos los estilos que lo precedían. En filosofía, la fecha temprana que se ha fijado para el inicio de la época moderna es el Renacimiento, pero lo más usual es identificar ese inicio con las concepciones racionalistas que aparecieron o se desarrollaron a lo largo de los siglo XVII y XVIII, período que conocemos como Ilustración. El concepto de modernidad depende fundamentalmente de la creencia en el uso de la razón y el conocimiento científico como artífices de todo progreso posible. La modernidad también piensa en términos de utopías racionales creadas mediante un ingeniería social o la planificación de un ordenamiento social ideal.  La modernidad, ya sea  en el ámbito de la planificación social, el arte o la educación, está orientada hacia el futuro: el futuro se representa invariablemente como una época mejor que el presente. La modernidad no respeta el pasado. Intenta romper con toda condición histórica previa. Así es que cuando se proclama un nuevo estilo artístico, todos sus antecedentes históricos son abandonados como passé o desechados peyorativamente como historia. Harvey, D. The Condition of Posmodernity: An enquiry into de origins of cultural change, Oxford,  Basil Blackwell, 1989. Pág 11-12.
[11] Van Dijk, Teun, Racismo y análisis crítico de los medios. Paidós Comunicaciones. 1997.pág 236
[12] Se excluye el análisis sintáctico del texto por razones obvias de encontrar patrones de significación y no modelos formales propios de la morfosintáxis y las disciplinas  linguísticas y literarias.
[13] Lo visual es ahora mucho más prominente como forma de comunicación de lo que fue durante tantos siglos, al menos en la sociedad occidental. Este cambio está produciendo efectos en las formas y características de los textos. Los productores de textos hacen un uso cada vez mayor de una gama de modos de representación (visual, multisensorial) y comunicación que coexisten dentro de un texto dado. Los textos multimodales parten de un numero de supuestos: un conjunto de modos semióticos está siempre involucrado toda producción o lectura de textos, cada modo tiene sus potencialidades específicas de representación y comunicación, producidas culturalmente pero inherentes a cada modo; es preciso comprender la manera de leer estos textos como textos coherentes en si mismos. Hacen posible la producción de mensajes que tengan coherencia internamente como texto y externamente con aspectos relevantes del entorno semiótico llamado contexto del espacio visual. La crítica de arte se materializa en un texto multimodal porque se construye, no desde el texto logocentrista de la lengua misma sino desde lo visual, lo espacial, lo objetual y de las acciones de la práctica artística. Vease como ejemplo, entre otros:  Reading Images (1996)de Gunther Kress y Theo van Leeuwen. Capitulo diez: Semiótica Discursiva.
[14] Teun A. Van Dijk.Capitulo I Discurso como interacción social. Discurso y Contexto.Ed. pág26.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Dimensiones del discurso

--> Dimensiones del discurso Partiendo de lo  más  simple, se  puede  afirmar  que el discurso  se  sitúa  en la antigua oposición  entre  lengua  y habla,  definida  clásicamente  por Saussure [1] .    En ese sentido más sencillo, discurso sustituye al habla y se opone, por tanto a lengua.   Sería  interesante  interrogarse  acerca de  las  razones  que llevaron  a  reformular esta  célebre  oposición  de la  que  dio cuenta  el fundador de la lingüística moderna, incluyendo ahora el término discurso. El motivo no proviene específicamente del  campo de la lingüística  sino de la necesidad de  considerar otro elemento  no tomado en cuenta  en la dicotomía lengua-habla.   En  la medida en que los investigadores  del campo de las ciencias sociales comenzaron a preocuparse por el sujeto, surge entonces la necesidad de pensar  el problema  del habla en  unidades más amplias,  por ejemplo las oraciones y los   enunciados.   Jakobson  y Benveniste  realizan entonces una  ser

Concepto de texto en el discurso artístico

--> Concepto de Texto en el discurso artístico Según Teun Van Dijk en su libro La ciencia del Texto [1] hace mención a   las distintas disciplinas, la cuales, se ocupan, entre otras cosas, de la descripción de textos, como lo mencionamos en el planteamiento de la investigación que explica las raíces teóricas de esta metodología interpretativa. Estos estudios se llevan a cabo desde distintos puntos de vista y múltiples perspectivas. En determinados casos interesan más las diferentes estructuras textuales, en otros la atención se centra sobre todo en las funciones o los efectos de los textos, mientras numerosas investigaciones tienen por objeto las relaciones entre las funciones y los efectos. Desde la Antigüedad Clásica se conocen la poética y la retórica, que se ocupan de las estructuras especiales y de las funciones estéticas o persuasivas de los textos literarios o los discursos, como hoy en día lo hacen la estilística, los estudios literarios y la semiótica visual

El crítico de arte y el control ideológico

--> El crítico y el control ideológico Para llegar a ser crítico, hay que ser especialista del área sobre la que quiera ser crítico [1] y además adquirir formación complementaria. Debe intentar llegar a los lectores, de manera atractiva y sugerente. No se puede utilizar un lenguaje excesivamente técnico sino asequible a los lectores. Muchos críticos escriben pensando en que otros críticos los van a leer. La función del crítico no es sólo valorar, sino también explicar la obra y mostrar las opiniones que se dan de ella, pero aportando justificaciones [2] .Hay que tener en cuenta que el crítico tiene delante distintos grupos de lectores con distintos intereses: · Los que no han leído, visto la obra pero si merece la pena irán a verla. · Los que han visto o han disfrutado la obra y quieren contrastar opiniones. · Los que no acceden a la obra, pero quieren saber de ella para que no los tomen por incultos. · Personas que leen estas crónicas con el fin de leerlas y c