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Contexto discursivo y la obra artística

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Contexto discursivo y la obra artística


El análisis social del discurso estudia típicamente el discurso en contexto[1].  Sin embargo, aunque utilizada con frecuencia, la noción de contexto no siempre se analiza con tanto detalle como el texto[2] y el habla, si bien los contextos son, para decirlo de algún modo, la interfaz entre el discurso de la crítica artística como acción por un lado y las situaciones y estructuras culturales por el otro. Entonces, ¿qué es exactamente el contexto?
El contexto es el ámbito de referencia de un texto. ¿Qué entendemos por ámbito de referencia?. Todo aquello a lo que puede hacer referencia un texto: la cultura, la realidad circundante, la cultura visual, las convenciones sociales, las normas éticas, etc.
Pero no es lo mismo el contexto en que se produce un texto que el contexto en el que se interpreta. Si nos ceñimos a los textos literarios escritos, como mínimo cabe distinguir entre el contexto del autor y el contexto del receptor. Sin duda el ámbito de referencia de un autor al escribir su obra es distinto del ámbito de referencia del receptor; la cultura del autor, su conocimiento de la realidad circundante, su mentalidad, sus costumbres, no suelen coincidir con la cultura, el conocimiento de la realidad, la mentalidad o las costumbres de sus lectores. Más aún, no es posible hablar de los lectores como una entidad abstracta, porque son seres individuales, cuyos contextos son asimismo diferentes, por muy pequeña que sea la diferencia.
El contexto determina las condiciones de la producción del sentido y sus posibilidades de ejercicio, constituye la Cultura Visual donde esos textos se han escrito.  Entre estas condicionantes tenemos las instancias institucionales y las solicitudes comerciales.  Desde las galerías  a las grandes ferias de arte, o también las pretendidas exposiciones referenciales, las distintas bienales, documentas, etc., que ejercen una función de encuadramiento de las propuestas artísticas, habitualmente articuladas en los contextos de la espectacularidad mass mediática y las tecnologías que la acompañan.
Frente a esta situación, los espectáculos del arte, las instituciones y las funciones del arte contemporáneo se enmarcan en un papel de incitación y diálogo cultural debidamente articulado.  Y para acabar con los propios centros  de arte, o los museos, que, lejos de esos papeles de interacción que les corresponden como contextos para la problematización cultural  y para la puesta en cuestión del universo cultural masivo en el que habitamos, laboratorios de creación, lugares de encuentro para el ejercicio de la creatividad y el pensamiento, se convierten, en algunos casos, en contextos para el ocio, siendo a la vez, plataformas del espectáculo, instituciones de legitimación políticas y comercial.
El contexto es el ámbito de referencia de un texto[3]. ¿Qué se entiende por ámbito de referencia?. Todo aquello a lo que puede hacer referencia un texto: la cultura, la realidad circundante, las convenciones sociales, las normas éticas, etc. En este caso, el contexto del texto crítico analizaría solamente información relevante de la cultura artística o estética y los referentes no estéticos como las industrias culturales, cultura popular, diseño y publicidad.
Pero no es lo mismo el contexto en que se produce un texto que el contexto en el que se interpreta. Si nos ceñimos a los textos literarios escritos, como mínimo cabe distinguir entre el contexto del autor y el contexto del receptor. Sin duda el ámbito de referencia de un crítico al escribir su columna es distinto del ámbito de referencia del receptor; la cultura del autor, su conocimiento de la realidad circundante, su mentalidad, sus costumbres, no suelen coincidir con la cultura, el conocimiento de la realidad, la mentalidad o las costumbres de sus lectores. Más aún, no es posible hablar de los lectores como una entidad abstracta, porque son seres individuales, cuyos contextos son asimismo diferentes, por muy pequeña que sea la diferencia.
El análisis social del discurso estudia típicamente el discurso en el contexto posmoderno.  Sin embargo, aunque utilizada con frecuencia, la noción de contexto no siempre se analiza con tanto detalle como el texto y el lenguaje, si bien los contextos son, para decirlo de algún modo, la interfaz entre el discurso de la crítica artística como acción por un lado y las situaciones y estructuras culturales por el otro. Entonces, ¿qué es exactamente el contexto?
Al analizar discursivamente un texto crítico, se hace una distinción entre el texto mismo y su contexto. En el contexto tenemos los participantes, el tiempo y el lugar de la situación de producción de discurso. Para ilustrar la diferencia partiremos de la actividad de la crítica: el texto de la crítica es el discurso que ella misma está produciendo; el contexto está definido por los lectores y las audiencias, la relación entre ellos mismos, el espacio donde es leído, el tiempo y los acontecimientos históricos, es decir, los elementos y factores presentes en el momento de la emisión.
El contexto determina las condiciones de la producción del sentido y sus posibilidades de ejercicio de las mediaciones estéticas y las acciones dentro del marco de un sistema de ideas sobre la condición del arte. El América Latina el contexto de los noventas es híbrido y condicionado por las instancias institucionales y las intermediaciones en general, es el ambiente donde los creadores han generados sus obras y los textos que la han reflexionado.  Desde las galerías  a las grandes ferias de arte, o también las pretendidas exposiciones referenciales, las distintas bienales, documentas, etc., que ejercen una función de encuadramiento de las propuestas artísticas, habitualmente articuladas en los espacios de la espectacularidad[4] y la visualidad globalidad.
Frente a esta situación, los espectáculos del arte[5] que dramatizan el hecho artístico a través de las instituciones que apoyan el arte contemporáneo cuyas funciones se enmarcan, en algunos casos, en un papel de incitación y diálogo cultural debidamente articulado.  Y para acabar con los propios centros  de arte, o los museos, que, lejos de esos papeles de interacción que les corresponden como contextos para la problematización cultural  y para la puesta en cuestión del universo cultural masivo en el que habitamos, laboratorios de creación, lugares de encuentro para el ejercicio de la creatividad y el pensamiento, se convierten, en algunos casos, en contextos para el ocio, siendo a la vez, plataformas del espectáculo, instituciones de legitimación políticas y comercial.
El contexto de los noventas ha cambiado. Actualmente, nos vemos motivados por otras referencias, mayores canales de distribución que han roto la relación de los centros con las periferias. Las bienales, las revistas de arte contemporáneo, el diseño y sus controles, la publicidad y sus poderes. Toda una serie de escenarios  donde el artista o visualizador ha entrado a actuar con guiones estratégicos de producción nómada[6]


[1] Van Dijk, El discurso como interacción social. Pág. 32-39
[2] Es la situación extralingüística en la que se desarrolla el acto comunicativo.
[3] El "contexto" juega un rol fundamental en la descripción y explicación de los textos escritos y orales. A pesar de que no existe una teoría del "contexto", el concepto es utilizado por diversos expertos en una variada amplitud de significados. En la línea de enfoque de van Dijk se puede definir como "la estructura que involucra todas las propiedades o atributos de la situación social que son relevantes en la producción y comprensión del discurso"; así los rasgos del contexto no sólo pueden influir en el discurso (escrito, oral, iconográfico y multimodal) sino que es posible lo contrario: puede modificar las características del contexto; tal como pueden distinguirse estructuras locales y globales en el discurso de la crítica, lo mismo puede darse con referencia al contexto. Entre las primeras se ubican el "ambiente" (tiempo, ubicación, circunstancias, etc.) los "participantes" y sus "roles socio-comunicativos" (crítico, periodista, galerista, marchante, coleccionista, consultor, etc.), intenciones, metas o propósitos. El contexto global se hace evidente o relevante en la identificación del desarrollo o proceso del discurso en acciones de la organizaciones o instituciones conocidas como "procedimientos" ( políticas culturales, legislación, educación, concursos o curadurías). Del mismo modo el contexto global se manifiesta cuando los participantes se involucran en interacciones como miembros de un grupo, clase o institución social (curador - artista; gestor cultural-director cultural; artista-galerista; periodista cultural-lector promedio; el proceso educativo; junta curatorial de un museo, la clase gerencial, o los burócratas). Ver la Noticias como discurso. Teun Van Dijk.
[4] Los Espectáculos de Arte. Editorial Tusquet.
[5]  Girando sobre el fenómeno revolucionario de la creación del público, o, lo que es lo mismo, el consumo anónimo, el mercado, los así llamados museos públicos y las exposiciones temporales han sido las vías institucionales para la articulación del arte moderno. Originalmente unidos, durante el transcurso de la época contemporánea, las exposiciones temporales han ido adquiriendo un creciente mayor relieve hasta llegar a convertirse en el cuerpo y alma de los museos, que así se han transformado en una especie de salas de exposiciones con una colección subsidiaria. Ver Francisco Calvo Serraller. Op Cit. Pag 20.
[6] Tèrmino aplicado a la actitud de emigrar de una técnica a otra, de un referente o sistema. Ver Benito Achile Oliva. Transvanguardia Italiana.

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